La naturaleza necesita cuidado, valoración, respeto, amor, comprensión, conciencia, razonamiento, y sabiduría por parte del ser humano para la preservación del mundo.
la importancia de la naturaleza en nuestras vidas.
La naturaleza siempre sera fundamental en la vida del hombre pues forma parte de su sobre vivencia ya que la naturaleza se encuentra inmerso en aspectos fundamentales para el ser humano, como lo es el simple echo de respirar.
El término naturaleza hace referencia a los fenómenos del mundo físico, y también a la vida en general, por ello se puede considerar a la misma como el hogar de cada ser viviente.
la naturaleza en la vida del ser humano
por ello debemos cuidar la naturaleza tomando en cuenta la satisfacción que nos da la misma al recordar el bienestar que la naturaleza nos da como cuando sale el sol por las mañanas, cuando sale después de una tormenta, cuando el viento sopla y la tierra mojada se seca entre fragancias de hojas verdes y ramas en flor, el mundo respira, el universo entero respira y vive.
Cuida la naturaleza es parte de ti, reflexiona, y evita la contaminación al ecosistema.
por ello la naturaleza se puede considerar como una representación de la vida, que debe rescatarse y cuidarse, pues sin ella no existe vida.
Nuestra relación con la naturaleza.- Desde pequeños estamos acostumbrados a admirar a diario las maravillas de las plantas y flores, nos gusta interactuar con los animales domésticos y saber cómo cuidarlos, alimentarlos y protegerlos. En muchos casos, nos encariñamos con ellos como si fueran parte de nuestra familia. También desde nuestra infancia nos maravillamos con aquellos animales que son salvajes y que se desplazan elegantemente por nuestro entorno o en lugares lejanos buscando su alimento. A ellos los podemos observar en lugares especialmente acondicionados para eso como los zoológicos o los parques botánicos y es menester de los humanos saber mantener, conservar y cuidar esos lugares y sus habitantes como corresponde.
La naturaleza también está presente cuando miramos el paisaje y nos asombramos por su belleza, cuando llueve y miramos las gotas caer en nuestra ventana. A veces nos asustamos con los truenos y nos dan miedo fenómenos climáticos muy violentos y peligrosos como los tornados, los maremotos o los terremotos. Las sensaciones que nos genera la naturaleza son infinitas. Todo esto nos prueba que nuestra vida está en directa relación con la naturaleza y aunque a veces creamos que ya no la necesitamos, ella está en todo y debemos cuidarla.
La naturaleza como base del estudio científico
Además de ser parte de nuestra vida cotidiana, la naturaleza fija también el soporte y la base del campo de estudio de las Ciencias Biológicas, teniendo injerencia por ello en todo lo relativo a los seres vivos y a todo lo que haya sido creado sin la intervención de la mano del hombre, inclusive la materia inerte.
Todos estos elementos que desde tiempos inmemoriales son analizados e investigados por las distintas sociedades humanas son los que han permitido la creación y perfección del estudio científico: la generación de hipótesis, la recolección de datos e informaciones, la comprobación y la afirmación o negación de esa hipótesis. El método científico se encuentra en plena vigencia para las ciencias naturales y biológicas.
Pero las ciencias no buscan sólo comprender los elementos naturales por sí solos, aislados, sino que se interesa por las especies vegetales y animales, cómo éstas interactúan y realizan sus actividades modificándose unas a otras, dando lugar a un equilibrio que es llamado ecosistema y que es relativo al entorno donde se desenvuelven y a la característica que tenga este.
El cuidado de la naturaleza como necesidad ética
A partir de todo lo establecido, queda claro que nuestra relación con la naturaleza es intrínseca. No podríamos existir sin ella, sin todos sus recursos y elementos, sin todo lo que la hace tan perfecta, bella y peligrosa. Como seres racionales, depende de nosotros hacer el esfuerzo necesario para que todo lo que ella nos brinda siga existiendo en las condiciones más originales posibles, para que siga siendo fuente de recursos y de belleza, para que otros seres vivos puedan pervivir al lado nuestro en el complejo planeta en que vivimos.
La naturaleza también está presente cuando miramos el paisaje y nos asombramos por su belleza, cuando llueve y miramos las gotas caer en nuestra ventana. A veces nos asustamos con los truenos y nos dan miedo fenómenos climáticos muy violentos y peligrosos como los tornados, los maremotos o los terremotos. Las sensaciones que nos genera la naturaleza son infinitas. Todo esto nos prueba que nuestra vida está en directa relación con la naturaleza y aunque a veces creamos que ya no la necesitamos, ella está en todo y debemos cuidarla.
La naturaleza como base del estudio científico
Además de ser parte de nuestra vida cotidiana, la naturaleza fija también el soporte y la base del campo de estudio de las Ciencias Biológicas, teniendo injerencia por ello en todo lo relativo a los seres vivos y a todo lo que haya sido creado sin la intervención de la mano del hombre, inclusive la materia inerte.
Todos estos elementos que desde tiempos inmemoriales son analizados e investigados por las distintas sociedades humanas son los que han permitido la creación y perfección del estudio científico: la generación de hipótesis, la recolección de datos e informaciones, la comprobación y la afirmación o negación de esa hipótesis. El método científico se encuentra en plena vigencia para las ciencias naturales y biológicas.
Pero las ciencias no buscan sólo comprender los elementos naturales por sí solos, aislados, sino que se interesa por las especies vegetales y animales, cómo éstas interactúan y realizan sus actividades modificándose unas a otras, dando lugar a un equilibrio que es llamado ecosistema y que es relativo al entorno donde se desenvuelven y a la característica que tenga este.
El cuidado de la naturaleza como necesidad ética
A partir de todo lo establecido, queda claro que nuestra relación con la naturaleza es intrínseca. No podríamos existir sin ella, sin todos sus recursos y elementos, sin todo lo que la hace tan perfecta, bella y peligrosa. Como seres racionales, depende de nosotros hacer el esfuerzo necesario para que todo lo que ella nos brinda siga existiendo en las condiciones más originales posibles, para que siga siendo fuente de recursos y de belleza, para que otros seres vivos puedan pervivir al lado nuestro en el complejo planeta en que vivimos.
